Imagina estas dos situaciones. Tu pareja y tú estáis preparando la cena en casa. Es viernes por la noche y habéis tenido una semana llena de situaciones de estrés. Ante vosotros, el fin de semana se abre como un periodo de tranquilidad, descanso… De puro placer.

Tú estás preparando un par de copas de vino y él o ella le da vueltas a una salsa que hace chupchup. De repente os miráis, os miráis de verdad, y entonces os abrazáis, os tocáis, apagáis el fuego de la cocina (importante) y la cosa se pone rápidamente no apta para menores de 18 años.

Ahora imaginad la misma situación pero termináis de hacer la cena, veis un capitulo de vuestra serie favorita, quizá os acariciáis un poco más de lo normal mientras la estáis viendo, y cuando termina, vais al dormitorio, os laváis los dientes y os preparáis para la noche pero antes de dormir hacéis el amor de forma dulce, calmada, con largos preliminares, teniendo en cuenta todo lo que sabéis sobre las cosas que más placer le dan a vuestra pareja…

De acuerdo, y ahora, ¿quién diríais que ha disfrutado más del sexo esa noche? Seguramente muchos de vosotros diréis que, claramente, el encuentro de la primera pareja es más romántico y salvaje, lo que seguramente les habrá hecho sentirse mejor. Pero ¿es así o no?

Un nuevo estudio de la Universidad de York (Canadá) ha intentado responder a esta pregunta. La doctora Katarina Kovacevic ha dirigido un equipo que acaba de publicar sus conclusiones en la revista The Journal of Sex Research titulado ‘Is Spontaneous Sex Ideal? Beliefs and Perceptions of Spontaneous and Planned Sex and Sexual Satisfaction in Romantic Relationships’ (¿Es ideal el sexo espontáneo? Creencias y percepciones sobre el sexo espontáneo y planificado y la satisfacción sexual en las relaciones románticas).

En el estudio, la doctora Kovacevic y sus ayudantes investigaron las creencias de 121 parejas durante tres semanas. Antes de empezar el estudio, cada pareja indicó sus creencias respecto a la superioridad o nos de las relaciones sexuales espontáneas o planificadas, y calificaron su nivel general de satisfacción sexual, su deseo sexual y sus problemas sexuales.

Como era de esperar, la mayoría de los participantes creían que el sexo espontáneo era más satisfactorio que el sexo planificado. Sin embargo, hubo algunas personas que manifestaron que preferían que sus encuentros sexuales fueran planeados. Incluso aunque pensaran que el sexo espontáneo era lo ideal, creían que podía ser más práctico reservar un tiempo para el sexo en sus apretadas agendas.

portrait of a young couple romancing
Glow Images//Getty Images

Durante los siguientes 21 días, cada participante indicó si había tenido relaciones sexuales ese día y si había sido sexo espontáneo o planeado. También calificaron su nivel de satisfacción sexual, de deseo sexual y de problemas sexuales de ese día.

Según los resultados, la mayoría de las parejas declaró que el sexo planificado había sido igual de satisfactorio que el espontáneo. En este caso, las creencias habituales de la gente, muy influenciadas en este tema por cómo se muestra normalmente el sexo en el cine y la televisión, no tenían realmente una base auténtica.

Sí que hubo sin embargo un hallazgo inesperado que merece ser mencionado. Cuando una persona declaraba en las cuestiones al inicio del estudio que prefería el sexo planificado, su pareja informaba que estaba menos satisfecha sexualmente en general. Según se concluye en el estudio esto se podría explicar porque quizá eran parejas que, al estar teniendo dificultades sexuales, estuvieran recurriendo al sexo planificado para intentar mejorar estas relaciones, tal y como aconsejan muchos terapeutas de parejas.

Por lo tanto, estos resultados demuestran que el sexo planeado es tan bueno como el sexo espontáneo a pesar de las creencias habituales de la gente. Kovacevic también hace un comentario interesante en las conclusiones del estudio a este respecto. Siguiendo a la terapeuta Esther Perel, explican que al principio de una relación las parejas suelen considerar que su sexo es espontáneo pero en realidad es todo lo contrario: antes de hacerlo se acicalan, coquetean entre ellos y van calentando el ambiente hasta que la cosa sucede.

De hecho, otra de las razones por las que el sexo espontáneo es tan popular es por que se relaciona con las nuevas relaciones. Pero una vez que las parejas se estabilizan, los problemas y las obligaciones hacen que sea más difícil que se produzca este tipo de sexo, hay que encontrar huecos para poder tener relaciones entre todo lo demás que hay que hacer sí o sí.

De cualquier modo, aunque el sexo espontáneo puede resultar refrescante, es el sexo planificado el que mantiene unidas a las parejas.

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Juanjo Villalba

Juanjo es experto en cultura y lifestyle, con un foco especial en el impacto que internet y las redes sociales están teniendo en nuestra sociedad y en el mundo. Por eso mismo, sus temas suelen tener también mucho que ver con cine, series, psicología, relaciones personales y sexualidad. 

No hay tendencia viral o reto en redes que se le pase por alto, aunque también está muy conectado con la actualidad literaria, repasando cada semana todas las novedades editoriales y seleccionando las que puedan resultar más interesantes para sus lectores.

Su gran pasión son las entrevistas, disfruta hablando con personas y conectando con ellas y tiene una curiosidad natural por aprender de las experiencias y perspectivas de los demás ya sea de un escritor, un psicólogo o cualquiera que tenga una historia que contar. 

Juanjo se licenció en Economía Internacional, aunque desde muy temprano en su carrera, por vocación personal, se dedicó a la divulgación y al periodismo, que con los años se convirtió en su profesión.

Juanjo lleva más de 15 años escribiendo en diferentes medios y fue Director editorial de Vice España, coordinando toda la producción de contenidos de la revista, desde cápsulas para redes sociales a documentales sobre ocultas subculturas urbanas de nuestro país. Tras su paso por Vice, se ha dedicado a escribir y su trabajo ha aparecido en medios como El País, El Periódico de España, ABC o Yorokobu, entre otros.