Robert Pershing Wadlow cuenta con un récord Guinness que prácticamente es imposible de batir: ha sido el hombre más alto de la historia. Su altura llegó a los 2,72 metros, su talla de pie ascendía a un 75 y su peso en la báscula marcaba 222 kilogramos. En contraste, estas condiciones irrepetibles que le destacaron por encima de los humanos fueron las que provocaron que su vida fuera breve.

Robert Wadlow nació en el año 1918 en la ciudad estadounidense de Alton y desde muy joven sobresalió por sus increíbles dimensiones. Antes de llegar a la adolescencia ya era tan alto como un adulto normal y el apodo de "gigante" le acompañaba donde quiera que fuera.

Desgraciadamente para Robert Wadlow, precisamente su tamaño fue lo que le causó la mayor parte de sus problemas físicos durante su breve vida. En concreto, sus pies sufrieron al tener que soportar su gran peso y la habitual artrosis por este problema de crecimiento. Cuando tenía 14 años padeció un accidente que le marcaría para siempre. Se rompió dos huesos de los pies y desde entonces tuvo que caminar con un aparato ortopédico de hierro para aguantar todo el peso provocado por su tamaño.

El gran problema que tuvo Robert Wadlow fue que el estudio médico del gigantismo o la acromegalia (el primer término médico es para los menores y el segundo para los adultos) apenas contaba con expertos. De ahí que no hubiera un tratamiento para suavizar su crecimiento desmesurado. Además, se desconocían los riesgos derivados como los problemas de corazón relacionados con el gran esfuerzo necesario para mantener la circulación de la sangre o simplemente por el agrandamiento del órgano con el correspondiente esfuerzo físico para que siga funcionando.

Precisamente la ausencia de prótesis adecuadas o al menos la capacidad de adaptación con nuevas tecnologías llevaría a su muerte cuando tenía 22 años. La causa oficial fue una ampolla séptica causada por el aparato de hierro mal ajustado en su tobillo derecho. Se combinaron la falta de opciones para facilitar su vida diaria y que se había acostumbrado tanto al dolor en sus pies que se había vuelto insensible a la zona en que comenzó la infección.

Un récord que no podrá repetirse

Los estudios actuales sobre estos problemas de crecimiento señalan que hay numerosas posibilidades de sufrir complicaciones para la salud derivadas de este problema. Desde una mayor probabilidad de que surjan tumores cancerosos hasta microcardiopatías, hipertensión, y diabetes de tipo 2 y otros múltiples efectos perjudiciales asociados que pueden causar la muerte prematura o una vida más complicada.

Un siglo después, ningún humano ha superado los 2,72 metros de altura y parece que nunca ocurrirá. Para empezar, la elevada segregación de hormona de crecimiento en la edad adulta por la glándula pituitaria que provocó su acromegalia hoy puede y es tratada de manera significativa para evitar complicaciones. De hecho, no solo se puede reducir sino que se pueden detener el gigantismo y la acromegalia.

En tiempos de Robert Wadlow estas posibilidades no existían o contaba con un riesgo demasiado alto de muerte, pero actualmente hay diversas maneras de afrontar este problema. Afortunadamente, una intervención quirúrgica o medicamentos que rebajan los niveles de producción de la hormona de crecimiento pueden mejorar la vida de quienes lo sufren y salvarles de una muerte prematura. También los avances de prevención de los diferentes tipos de cáncer pueden afrontar los tumores, una de las amenazas más habituales de la acromegalia.

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Javier Bragado

Javier Bragado es experto en nutrición y otros temas de salud. Trata de mantenerse al día con nuevas investigaciones para divulgar los últimos descubrimientos y tendencias en esta web. Además, cuenta con la presión de una familia con dietistas-nutricionistas y crosfitteros, así que más le vale ser preciso con lo que escribe sobre alimentación y fitness. 

En el plano profesional, cuando no existían los 'podcasts' Javier Bragado trabajó en varias radios (Onda Cero, Cadena Ser), aunque ahora su producción se concentra en la escritura en web. De hecho, es bastante habitual encontrarlo como autor de textos (a veces extralargos) sobre actualidad polideportiva después de dos décadas de experiencia en la agencia EFE y en la agencia Colpisa. Con especial atención a los perfiles menos convencionales en el deporte como el ciclismo, tenis, fútbol y atletismo de cualquier género. 

Licenciado por la Universidad Complutense completa su perfil de periodista con su posterior carrera de Geografía e Historia en la UNED, por lo que es frecuente verle redactar sobre grandes y pequeños personajes de la humanidad, investigaciones y estudios sobre el pasado.

Se apoya en sus conocimientos académicos y respeto por los profesionales de la historia y sus fuentes. Lo que no está reñido con su ecléctica afición a la lectura de libros y cómics orientales y occidentales. 

Por otra parte, Javier Bragado también es un amante de experimentar el deporte en primera persona y ha practicado un par de artes marciales y deportes de combate en su juventud, aunque sin experiencia en competición.  

Si te has encontrado con un reportaje firmado por él sobre John Wick, Jean-Claude Van Damme, Michele Yeoh y la comunidad del cine de acción, que sepas que está entre quienes disfrutan de esas coreografías de reparto de caramelos. No obstante, ahora le ha dado por la natación, porque ya no es joven y prefiere que no le golpeen en la cabeza mientras cuida su cardio. 

Si ves algún error en uno de sus textos puedes hacérselo saber por alguna de sus redes sociales porque siempre está dispuesto a agradecer estos avisos (y corregir cuando es necesario). Por si acaso, comprueba que el segundo apellido es "Herrero" para no confundirlo con el excelente fotógrafo del mundo de la música Javier Bragado. Y si tienes algún problema que necesites solucionar por otras vías, contacta con el Equipo A, que ellos son los expertos en ese campo.