Tiene 17 años, la irreverencia de un adolescente, pero también el saber estar del que ya está metido en la rueda del deporte profesional. Así es Martín Landaluce, madrileño y mallorquín de adopción (pasa los días entrenando en la Rafa Nadal Academy), número 1 del mundo junior –ganó el US Open el pasado verano–, y gran atracción del inicio del Mutua Madrid Open –y del evento Red Bull Bassline–, donde accede al cuadro final con una wild card para enfrentarse en la pista central, la de un tal Manolo Santana, ante Richard Gasquet. "Muy contento de estar aquí con todos estos", me señala a estrellas consagradas del tenis desde la planta -1 de la Caja Mágica, donde más de uno estira las piernas en el gym después del entrenamiento. Les mira con cierto recelo, pero también con "muchas ganas e ilusión", como me repite varias veces durante nuestra charla, de poder pronto compararse con ellos. Y también lo hace con Carlos Alcaraz y Rafa Nadal, a los que es inevitable no mencionar. La prensa cómo es, siempre con los referentes a cuestas.

    "Nada más salir el cuadro y ver que jugaba contra Gasquet en la central, en la Manolo Santana, no me lo creía hace unos meses cuando me dijeron que iba a tener una wild card. Lo voy a afrontar sin presión, siendo fiel a mi estilo, siendo agresivo, intentando dominar, y a ver qué pasa. Échale un ojo...", me sugiere con media sonrisa para pegarme a la tele a partir de las 17h. A Martín no se le ve incómodo. Está preparado para lo que venga, con naturalidad y sin agobios. "Quiero disfrutar y sacar la máxima experiencia en cada torneo, de los enfrentamientos con los mejores, y aprender de estos monstruos". Muy fácil parece todo si olvidas su DNI...

    instagram iconView full post on Instagram

    Forjando una estrella del tenis

    Porque si volvemos a aterrizar sobre su talludo 1,90, toca hablar del posible déficit físico que pueda tener en la élite. "Al final parece ser que es lo que más tengo que desarrollar ahora mismo, necesito tiempo para mejorar este aspecto, está claro que los tenistas profesionales están más fuertes y es donde más puedo notar la diferencia, pero estamos trabajando mucho y espero poder ponerme en ese nivel cuanto antes". Me cuenta que "le meto 3 horas de entrenamiento al día en la pista, y otra hora y media en el gimnasio, a la semana echa el cálculo, teniendo en cuenta que descanso un día como mínimo". Las matemáticas mareantes otro día. ¿Y qué te falta? "Tengo que ser más rápido, ganar más músculo, echar más pierna, de todo. También necesito más agilidad, ser más explosivo, el físico es algo que hay que mejorar constantemente para llegar a estos niveles".

    Como parte de ese aprendizaje se toma todo lo relacionado con la dieta y el descanso. "Otra cosa en la que tengo que mejorar mucho y estar muy pendiente de lo que se puede y no se puede hacer, sobre todo a partir de este año". Su bendita edad le concede el margen de no tiene a nadie que le controle la dieta a rajatabla, pero "como bien, aunque sí que es verdad que pienso en quitarme alguna cosa tipo gluten, mejorar los tiempos, usar menos móvil y tener más descanso...". Pues lo normal.

    La Rafa Nadal Academy, Toni y Carlitos Alcaraz

    Hay varios nombres propios en la meteórica carrera de Martín, ya sea a pie de pista, o en el horizonte. Uno de ellos es Rafa Nadal; el madrileño entrena en su Rafa Nadal Academy, y allí pasa horas con el manacorí cuando está en casa preparándose para los torneos venideros. "Es increíble, te enseña en cada entrenamiento, juega súper bien, ¿no?", no sé si me pregunta, o afirma. "Tienes que ver los rallies, te obliga a dejarte la vida en cada bola, y eso me ayuda...". Allí también coincide con su tío Toni, que coordina todo el proyecto y le aconseja en lo que puede. "Toni increpa mucho (risas). Está bastante encima con el trabajo del día a día, pide la máxima intensidad en cada bola, los entrenos que hago con él me dejan reventado, pero es verdad que tiene mucha razón en todo lo que me dice, e intento sacar de él todo lo posible".

    Cualquiera se imaginaría que su método, en lo que ya es un templo del culto al tenis mundial, incluye toque de corneta y manguerazos en los barracones de madrugada, pero "nada que ver", se apresura a especificar. "Piensa que hay mucha gente que viene de colegio, no procedente del tenis profesional, es todo muy divertido, con visiones muy diferentes de lo que cada uno en el futuro. No solo hay pros, otros quieren ir a la universidad, otros que lo hacen más por hobby... Al final es un ambiente muy diverso, no es tan estricto, y lo horarios tampoco", aclara con arrepentimiento final: "Bueno, los entrenamientos sí son duros".

    Antes de terminar, esto es Men's Health y aquí se habla de Carlos Alcaraz, aunque esta vez con excusa. "Claro, sí", responde tajante sobre si se fija en el murciano. "Ahora mismo se ha convertido en todo un referente, tanto como jugador como persona. Lo que está haciendo es increíble, pero bueno, cada uno tiene su camino y yo solo pretendo seguir el mío, intentando imitarle en lo que pueda y sacando todo lo bueno que tiene él". ¿Habemus portada y figura para la Next Generation?

    Headshot of Joaquín Gasca Calatayud
    Joaquín Gasca Calatayud

    Joaquín Gasca es experto en deportes de competición, tecnología y motor. Hace un tiempo que colgó las botas de tacos para centrarse en el pádel y el running… cosas de la edad, se queja. Pero también se apunta a cualquier bombardeo que tenga que ver con poner su cuerpo al límite, sea al volante de un Aston Martin o yendo a la oficina en patinete.    

    Es muy del Atlético de Madrid, así que cuando futbolistas como Marcos Llorente o Álvaro Morata han protagonizado la portada de Men’s Health, allí estaba él para escribirlas. Acaba de correr su primer maratón para Runner’s World, y como pasa en este universo, ya está buscando el siguiente para bajar de las 3 horas. Si hay que testear cualquier tipo de pala de pádel, vehículo o reloj, no pone problema. Incluso zapatillas. Lo que haga falta en equipación deportiva.    

    Joaquín se graduó en periodismo por la USP-CEU en 2013, pero desde 2009, cuando entró en el periódico de la Universidad, ya comenzó a ejercer de “periodista” 360 en digital y papel. Los siguientes pasos de sus casi 15 años de carrera los dio haciendo cultura y deporte en la revista Shangay, hasta que entró en Hearst una semana antes del inicio de la pandemia en 2020. También es profesor de redes sociales y nuevas tecnologías en la Universitas Senioribvs CEU y forma parte del Innovation HUB de Hearst para investigar sobre nuevas tendencias.